Eclipses estelares: se descifró Épsilon Aurigae
Desde eras remotas que los astrónomos observaban que algo muy raro le pasa a una estrella particular en la constelación del Perseo: de repente disminuye su brillo, pero poco después se recupera. Por eso, los árabes le dieron a esta estrella el nombre Algol, que significa "la cabeza del demonio". Los griegos la identificaban con la cabeza de Medusa, un monstruo femenino, que transformaba a piedra a aquellos que la miraban. Fue decapitada por Perseo, quien después usó su cabeza como arma.
En 1782, el astrónomo inglés John Goodricke propuso como primero la explicación correcta para este comportamiento: las variaciones en el brillo de Algol se deben a ocultaciones periódicas de una de las dos estrellas en una estrella binaria. Entonces, por más de 200 años se sabe: no sólo el Sol y la Luna, sino que también algunas estrellas sufren eclipses, tapándose mutuamente como le pasa a Algol.
Hoy conocemos miles de estrellas binarias "eclipsantes". Sin embargo, éstas eclipses nunca se han visto directamente, se manifiestan sólo por una disminución transitoria del brillo total. La razón para esto es simple: a pesar de que hay dos estrellas en una órbita común, ellas se encuentran tan lejos de nosotros que hasta para los telescopios más potentes aparecen unidos en un punto, sin poder distinguirlos. Pero la tecnología avanza constantemente, y finalmente ahora, por primera vez, se ve realmente qué pasa en la binaria eclipsante Épsilon Aurigae: