Hace 400 años, Galileo Galilei observó por primera vez el Universo mediante un pequeño telescopio, hecho que revolucionó nuestra percepción del Cosmos. En ese momento comenzó un desarrollo no sólo del conocimiento del mundo que nos rodea, sino también de la autoestima de la humanidad que, paso a paso, fue entendiendo con más realismo su humilde posición en el cosmos: ni la Tierra, ni el Sol ocupan lugares centrales o privilegiados. En realidad, son partes ínfimas de un Universo mucho mayor. Nuestro hogar cósmico, el sistema solar, gira alrededor del centro galáctico al igual que otras 200 mil millones de estrellas. Nuestra galaxia, la Vía Láctea es tan sólo una entre varios miles de millones. ¿Y la Tierra? ¡Es tan sólo un minúsculo grano de arena en una realidad inmensa!

Por otro lado, aún no sabemos si nuestro planeta es el único lugar habitado por seres vivos o si la vida es un fenómeno general. Tal vez una vida desarrollada e inteligente es algo común y frecuente en la Vía Láctea. Sea cual sea la respuesta a estas interrogantes, la astronomía nos enseña los dos aspectos: por un lado nos hace conscientes de la inmensidad del Universo comparado a nuestro entorno, por el otro, vemos el valor que presenta nuestra Tierra como nave espacial y a la vez único hogar del hombre y de la vida, irreemplazable hoy y en un futuro cercano.

¿Llega este conocimiento a la población, especialmente en Chile?

Chile es el país de la astronomía, grandes observatorios internacionales se han instalado en la región norte del país. Muchas veces hemos escuchado esto, pero para la gente común este hecho se limita tan sólo a noticias ocasionales de un descubrimiento nuevo en el cosmos, presentado durante pocos instantes en la televisión, entre deportes y publicidad, o en una breve nota en las páginas interiores de un diario. En todo caso, es algo muy lejano a la vida cotidiana. ¿Debería ser así? ¡No!

En realidad, nuestro hogar, la Tierra, no está aislada en el Universo sino estrechamente relacionada al espacio exterior. Vamos a ver varios ejemplos para esto en las comunicaciones futuras de este sitio. Pero nos quedamos, por un instante, en la percepción precaria del público general en todo, relacionados a la astronomía.

Astrónomos profesionales son una especie rara, y la mayoría de la gente común nunca ha visto o conocido uno en forma personal. Esto no sorprende: Hace pocos años, mencioné en mis charlas la cifra “un astrónomo por un millón de personas”, a nivel mundial. Hoy, mejoró la cifra. La Unión Astronómica Internacional (UAI), la agrupación profesional de astrónomos en todo el mundo, cuenta actualmente unos 10100 miembros que corresponde a un astrónomo por cada 700000 personas. Sin embargo, muchos colegas jóvenes no son miembros de la UAI, por eso estimo que hay que doblar la cifra de unos 20000 astrónomos profesionales en el mundo (3 astrónomos por un millón de personas). Además, hay grandes variaciones de esta cifra a nivel continental, nacional y local. Así tiene Alemania unos 500 astrónomos, o 6 por cada millón de habitantes. En Chile la cifra rodea a unos 50 astrónomos profesionales en las Universidades chilenas (sin contar los grandes observatorios internacionales), llegando a 3 astrónomos por millón de habitantes. Por otro lado, el continente africano carece casi totalmente de astrónomos profesionales (con excepción de Sudáfrica).

Como sea, la profesión “astrónomo” no está presente en la percepción de una gran mayoría de personas, y con esto se propaga una ignorancia generalizada acerca de todos los acontecimientos del cosmos. Una encuesta, hecho en E.E.U.U. por la National Science Foundation, reveló que menos del 15% de la población estadounidense entiende el término “molécula”, y menos del 50% saben que la Tierra orbita alrededor del Sol una vez al año. ¡Y esto en la era del Internet, que ofrece un acceso fácil, barato y completo a casi todas las áreas del conocimiento para todos!

Obviamente, el problema no es el acceso a la información relevante, sino su presentación adecuada: Mi meta es contribuir a mejorar esta situación, con un énfasis especial para Chile y el hemisferio sur, que sufre de cierta carencia en información astronómica: la mayoría de publicaciones españolas se refieren a España, un país con un desarrollo agitado de la astronomía en los últimos décadas, que debería ser ejemplar para los países latinoamericanos. La idea principal de este sitio es divulgar los últimos adelantos de la astronomía a un público general, en lenguaje entendible y entretenido. Esto se hará en comunicaciones cortas periódicas, por lo menos una vez cada dos semanas, que cubrirán todas las áreas de interés, desde las galaxias y cuásares más lejanas hasta la exploración espacial del sistema solar, desde la búsqueda de vida extraterrestre y SETI hasta el Big Bang y el destino de nuestro Universo. Las comunicaciones se archivarán clasificadas según su temática, para un acceso permanente. Además, voy a aclarar dudas frecuentes con respecto a muchos objetos y situaciones exóticas en el mundo de la ciencia, especialmente en astronomía y física. Para esto invito a los usuarios mandarme sus preguntas y dudas, como también cualquier comentario en referencia a este sitio web.