¿Cómo puede nacer un planeta solitario sin estrella anfitrión?
Un equipo internacional de astrónomos liderados por Dra. Amelia Bayo, profesora de la Universidad de Valparaíso, descubrió con el telescopio ALMA que un pequeño y aislado planeta ubicado en la constelación del Camaleón no responde a la secuencia normal de evolución de sistemas planetarios esperada por la comunidad científica. El planeta en cuestión, OTS44, se encuentra rodeado de polvo, en una configuración similar a la infancia del Sistema Solar, a unos 520 años luz de distancia. Lo sorprendente: El nuevo objeto tiene una masa tres mil veces mayor que la de nuestra Tierra. Corresponde a casi de 10 veces la masa de Júpiter, pero solo 0.9% de la masa del Sol. Entonces, OTS44 es considerado “extremadamente ligero” en cifras astronómicas. Recordemos que la masa mínima de una estrella verdadera es unos 8% de la masa del Sol.
La astrónoma Bayo explicó que el inusual desarrollo del planeta no permite escalar a la teoría que describe las etapas de formación de objetos masivos en el universo. Agrega que “es como si Júpiter se hubiese formado solo, con grandes cantidades de polvo y gas alrededor, pero sin el Sistema Solar. Algo muy complicado de explicar”.
“Este objeto nos sigue confundiendo, ‘juega’ con nosotros, porque cuanto más lo observamos y más información inferimos, más se parece a una estrella joven formándose, pero, dado que su masa es extremadamente baja, la teoría que sabemos que funciona para explicar cómo se forman las estrellas, nos dice que no se ha podido formar como una estrella”, advierte.
Aunque el hallazgo deja planteadas más preguntas que respuestas, lo más sorprendente para los científicos es que su disco protoplanetario, en torno al objeto similar al tamaño de Júpiter (pero de más masa) ofrece condiciones que le permitirían formar lunas. “De hecho, observaciones con ALMA están confirmando observacionalmente que los planetas se forman con polvo estelar del disco de una estrella, el que se va aglutinando formando un nuevo cuerpo, el cual va creciendo a tamaños mayores al polvo original del cual se formó este planeta aislado. Y de nuestras observaciones podemos inferir que, alrededor de OTS44 hay polvo más grande del que existe en las nubes donde se forman las estrellas. O sea, en este lugar (la vecindad de este planeta aislado), esta aglutinación se está dando; se están formando cosas”, sostiene.
Tras observar OTS44, el equipo de investigadores reafirma su convicción de que no hay una única manera para la formación de planetas. Una de las teorías que estaría refutando este hallazgo es que los planetas sólo se forman a partir del disco de una estrella. La astrónoma postula que cuando hay muchos objetos juntos, éstos comienzan a chocar entre sí y el más pequeño saldría disparado, pero a pesar de las interacciones dinámicas el cuerpo no perdería totalmente la materia que conforma su disco y es con ese material que se iniciaría el proceso de desarrollo evolutivo.
Por otro lado, la formación de pequeñas lunas que podrían orbitar OTS44 abre la posibilidad de la existencia de zonas de habitabilidad, sostuvo la astrónoma, lo que haría aún más interesante el objeto de estudio. “Otra variable a investigar es descubrir si hay agua en torno a este objeto y tratar de inferir a qué distancia este elemento se congela, porque nos daría mucha más información sobre la posible formación de pequeñas lunas y sus condiciones si existieran”, plantea.