El sistema Trappist-1 con sus siete planetas: ¿Vida o no?

Presentación artística de un paisaje en el planeta Trappist-1e.

Aprovechando el séptimo aniversario de AstroNosotros, nos referimos recientemente a algunos significados del número “7” en la historia de la humanidad. Casi al mismo tiempo, la NASA añadió otro número “7” llamativo, comunicando el descubrimiento que el sistema estelar Trappist-1 tiene siete planetas, parecidos a la Tierra; algunos de ellos ubicados en la zona habitable; posiblemente podrían tener agua líquida en su superficie y albergar alguna forma de vida extraterrestre, de acuerdo a lo publicado en otros medios.

Sin embargo, hay aspectos que no han sido mencionados, y quisiera referirme a estos. Los siete planetas se ubican a distancias de su estrella madre entre 1 y 6% de la distancia Tierra-Sol, extremadamente cerca (recordemos que Mercurio en el Sistema Solar está a 39% de la distancia Tierra-Sol). Debido a fuertes interacciones de marea, todos estos planetas de Trappist-1 deben girar en su órbita rotando sobre su eje en forma sincronizada, como por ejemplo lo hace la Luna con respecto a la Tierra, que siempre muestra la misma cara hacia ella. Esto implica que en un lado de cada planeta de Trappist-1 es siempre de día, en el lado opuesto noche eterna. Imagínense las diferencias enormes en la temperatura atmosférica de ambos lados, causando una meteorología errática con huracanes muy fuertes, nunca presentes en nuestra Tierra. Ni siquiera en la zona del crepúsculo permanente (al límite entre el lado caliente y frio del planeta) habría un ambiente acogedor. – Además, para muchas estrellas tipo M (como Trappist-1) se observaron fuertes eyecciones de plasma, parecidas a las llamaradas solares. Esto podría afectar a la estabilidad de las atmósferas de los planetas, especialmente por su cercanía a la estrella central.

Pero hay otro problema para la posible evolución de vida en estos planetas: su interacción gravitacional mutua, que es muy fuerte debido a la cercanía entre ellos. Por eso, sus órbitas actuales no van a ser muy estables, sino podrían ser perturbadas con el peligro de choques entre planetas; algunos de ellos podrían caer en la estrella central o ser expulsados del sistema planetario. Esto podría pasar dentro de varios millones de años, pero igual sería a corto plazo si lo comparamos con lo que duró la evolución de la vida en nuestra Tierra.

Resumiendo, mi opinión es bastante pesimista con respecto a vida en este sistema planetario. Sin embargo, Trappist-1 tendrá un papel clave para entender los procesos de la formación de planetas, y su evolución posterior.

Así podría verse el sistema de Trappist-1 con sus siete planetas desde un lugar ficticio a una distancia ~10 veces más lejana que la del el último planeta Trappist-1h. Los dos planetas más interiores están transitando en frente a su rojizo y tenue estrella madre del tamaño de nuestro planeta Júpiter. Las posiciones de los planetas y sus tamaños aparecen en escala según las observaciones con del telescopio espacial Spitzer. (recreación artística).